miércoles, 20 de febrero de 2008

Paloma

Noche oscura, fría y sin estrellas.
Una lagrima suave y salada bordea

tu mejilla inocente, desprotejida e insegura,
que lleva tu cara hermosa y triste
por la angustia de años de nervios injustos.
Por tu iris se pude escuchar los latidos
acelerados de tu corazón que pide
ser abrazado, querido y aceptado tal cual es.
Tus párpados se pintan de un gris triste,
ese gris que marca el agotamiento
de tus pensamientos, de tu mente que no descansa.
De esa maquina encendida que no tiene
domingos ni feriados, la que se queda sin combustible
antes de encender sus hermosas luces, antes de decir un te quiero.
Que le impide abrirse al placer del amor
del poder disfrutar de este pasaje llamado vida.
Pero nadie puede parar, ni frenar
los dichos de tu corazón que se enoja y llora en reclamo de no ser abandonado sin antes decir un Te Amo.

No hay comentarios: